Brindemos porque a tus cuarenta y siete
posean tus recuerdos alegrías,
la vida ya sacó tu lado fuerte,
guarda la tristeza para otro día.
No cierro mis ojos para tenerte,
escribir esta humilde poesía,
y celebrar mi grandísima suerte,
como el día que te ví, madre mía.
Que los días a tu lado no pesan y,
rechazando labios que no besan,
al vivir le ganamos la partida.
Hoy recuerda una vez más lo vivido,
yo preparo mi color preferido
y te digo cuanto pintas en mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario