Frasezaca del día

En un beso, sabrás todo lo que he callado.
Pablo Neruda.

viernes, 15 de julio de 2011

Ya se acerca, estoy nervioso pero no le tengo miedo, ¡le tengo ganas! Hay que ir cerrando etapas y esta lleva muchísimo tiempo dejando pasar el tiempo a través de ella. Me siento bien, como un niño en el último día de clase que precede al verano. Sé que será un ratillo malo pero todo pasa y esto pasará y por fin podré decir: sí, ya terminé; y no supeditar mi vida a lastres que me aten al pasado. Poder caminar hacia adelante, correr si quiero. Mucho os tengo que agradecer a muchos. A mi madre la primera, parte fundamental en todo este tiempo. A la gente de Teruel y Valencia que me acompañaron durante esos años y que hicieron que mi amargura fuese solo transitoria. Mis compañeros de "Rangers" que han estado ahí igual para echar una mano, que para una cerveza o un concierto. Amigos de Teruel que este último año siempre han tenido un sitio donde meter a este eterno viajero entre Valencia y Teruel. Y a todos los que me habéis dado fuerza con vuestro apoyo. Gracias a vosotros ese día llegó.

jueves, 14 de julio de 2011

Detrás del espejo.

Dosificar el aire, dejar que entre mientras sientes como recorre todo tu cuerpo para llenarlo de vida, sin prisa. Es tan dificil como estimulante. Blanquear la mente y ver más allá de lo que se percibe con el primer vistazo. Soñar no es malo, no nos engañemos, todos lo hacemos. Los recuerdos que quedan marcados a fuego en la piel, los que son borrados como mujer de Lot a golpes del viento. No mirar atrás nada más que para robarle una sonrisa a la mueca del arlequín y continuar. Cada vez es más evidente que las cosas buenas de la vida no hay que buscarlas tras el reflejo, no es necesario buscarnos en el fondo del río; basta con mirarnos a los ojos en la superficie del agua y regalarnos un poco de complicidad a nosotros mismos. Porque querer ir más allá puede ser contraproducente e inestable, muchas más veces de las que nos descubra algo que no mostrase nuestro reflejo en el espejo.

Pablo Picasso. Muchacha ante un espejo.

miércoles, 13 de julio de 2011

Me gusta.

Me gusta la gente capaz de sentir, de llorar, abrazarte en medio de la tormenta cuando podría estar afuera disfrutando del sol. Me gusta perdonar y ser perdonado, porque equivocarse y disculparse es tan humano como tener ombligo. Me gusta estar tranquilo conmigo mismo, tener claro hacia dónde voy y conforme con lo que hago. Me gusta conocer gente. Es increíble las maravillas que puede uno encontrarse por ahí. Me gusta ser agradecido y consciente de las personas que me rodean, acordarme de los que ya no están. Me gustan los buenos momentos, olvidar los malos y aprender de ambos una y otra vez. Me gusta que me guste el hoy más que el mañana o el ayer. No me cansaré de decirlo: gracias por cada abrazo, beso, sonrisa, charla, consejo o cada simple segundo regalado.

lunes, 4 de julio de 2011

Un nuevo amigo. (Febrero V)

Todavía recuerda aquella brusquedad con la que cerró la persiana la última vez. No ha vuelto a abrirla. No así su corazón. Lleno de tantos remiendos de colores, que apenas se ven trozos rojos. Limita su vida a la luz del flexo, ya que por la ventana rige hace tiempo el derecho de admisión.

Febrero piensa en lo que hizo. ¿Por qué lo hizo? En medio de sus divagaciones siente algo. Como el corretear de una sombra en la oscuridad, imperceptible. Pero Febrero tiene sus sentidos sensibilizados. Mira hacia la puerta y al volver la vista de nuevo sobre la mesa, puede verlo. Quieto, observándole, algo parecido a un pequeño dragón.

-Que demonios... -exclama el chico.
-¡Nada de demonios! -responde exaltado el ser- Llevo tiempo observándote y me parece que precisas de mi ayuda. Soy Zilef, y estoy aquí para borrar esa estúpida expresión que utilizas desde hace tanto, ¿acaso no te acuerdas de sonreir?
-Es que...
-¡Nada! ¿Cuándo ha servido de algo lamentarse? La gente se enamora de sonrisas, de carcajadas. No de caras serias y lamentaciones.
-Eso intento, pero a veces es tan dificil.
-Claro que lo es, o ¿qué pensabas? Por eso estoy aquí para echarte una mano. Lo primero que vas a hacer es poner todo de tu parte, ¿de acuerdo?
-¡Por supuesto! -y dicho esto, Febrero se dirigió a la ventana y de un bandazo mandó la persiana arriba tan fuerte, que posiblemente no podría volver a bajarla nunca más.